Hans Urs von Balthasar nos recuerda cómo, según Konstantin Stanislawsky, el actor no sólo tiene la tarea de representar su papel, sino también la supra-tarea de hacerse cargo del horizonte de sentido que abraza al papel, el que el autor tiene ante sus ojos. En palabras de nuestro director: No puede haber interpretación, ni movimiento, ni gestos, ni pensamientos, ni lenguaje, ni palabras, ni sentimientos, etc., sin la perspectiva apropiada. La más sencilla entrada o salida del escenario, cualquier acción que se realice para desarrollar una escena, para pronunciar unas frases, un monólogo, etc., debe tener una perspectiva y finalidad última (el superobjetivo). Sin ellos no sería capaz de decir siquiera “sí” o “no”.
Curiosamente, el sentido del conjunto de la obra y la realidad de cada personaje han de estar presentes en cada pequeño detalle de la interpretación: Los actores que hacen un papel que (más…)