«Santa Embelesada, que te entusiasmaste al encontrar al Santo Niño
haznos reconocer a Dios
allí donde se encuentre la vida de un hombre.
Santa Embelesada, que quedaste hechizada por acontecimientos tan pequeños,
por personas tan pequeñas, por un niño tan pequeño,
haz que reconozcamos la Historia sagrada
en lo que ocurre todos los días.
Santa Embelesada, que has entrado como tal en la historia sagrada,
permite que de los instantes de tiempo
hagamos acontecimientos eternos.